Quien no se ha sentido por estos días en un sube y baja de emociones, un día de cierta calma y el siguiente de angustia, el sueño alterado, el apetito igual, temores manifestándose de forma exagerada? Cambios, cambios y más cambios. Parece que todo alrededor y adentro se está moviendo y muchos viviendo una PRUEBA retadora O una situación que nos tiene en suspenso, espera o zozobra, tal vez no sabemos qué decisión tomar, o tal vez estamos a la espera de que lo que está atrancado se desatranque.
Entonces qué pasa? Que es esta energía del Yo Yo, que es esta inestabilidad emocional que estamos viviendo?
Es un afinamiento, una invitación aprender a estar centrados a pesar de las circunstancias externas o a pesar de la sanación que se esté dando en nuestro interior, incluso en medio de los cambios y decisiones necesarias a los que le hemos huido antes. ES UNA ENSEÑANZA SOBRE LA VERDAD, EL AMOR PROPIO Y EL EQUILIBRIO INTERIOR. Es un tiempo para salir de la dualidad, de los extremos, de los juicios, de los no se puede, de las dudas y volver a la UNIDAD. Ser uno con Dios, uno con la vida, uno con el amor, uno con la verdad.
Es un tiempo para conectar con lo que realmente somos, y para ello es necesario detenernos y trabajar lo que no hemos sanado, ser sinceros con lo que no queremos ver y dejar por fin tantas inseguridades.
Este período tiene que ver Maestría, ser mejor persona, crecer de adentro hacia afuera, ser honesto conmigo, ser coherente frente a lo que quiero y a lo que hago para poder lograrlo y por supuesto ser feliz, ya no es suficiente solo con aspirar a la tranquilidad, es necesario vivir en gozo y para ello hay que ser auténticos con lo que el alma quiere, dejando ir las disculpas o culpas que usa el ego para no moverse.
Es tiempo de soltar, siempre es tiempo de soltar, no es nada nuevo, pero la vida se pone cada vez más exigente, o sueltas o sufres más. Así que nos enfrentamos también a las creencias equivocadas que hemos sostenido por años, ellas se están derrumbando y eso para muchos genera temor, salir de la zona de confort puede ser abrumador, si olvidamos que la incertidumbre es temporal.
Y sobre todo, es un momento para pensar en mí, amarme, cuidarme y serme fiel. No podemos seguir sobre viviendo, realmente necesitamos vivir y cumplir nuestra misión de vida, ahí se encuentra nuestra mayor fuente de riqueza y alegría.
¿Entonces, que hacer para recuperar la paz, lograr estabilidad y tomar las mejores decisiones?
Volver al corazón, centrarnos allí, salir de la rumiación mental, del terror al futuro, entrar en la seguridad del corazón donde el cobijo de la energía Padre – madre consuela, fortalece, te ayuda a priorizar y a sentir lo que tu alma te está pidiendo. Tu mente es un archivo limitado de información, allí no están ni todas las respuestas, ni todas las opciones. Permite entonces que una inteligencia superior e ilimitada te muestre nuevos e inimaginables caminos. La puerta a ese lugar de luz es el corazón, tu corazón.
Cierra los ojos ahora y respira en silencio sentado en tu corazón.
Escuchar tu alma es escuchar los latidos de tu corazón, es permitirte sentir la verdad, reconocer el miedo más profundo para poder dejarlo ir, porque los miedos son ilusión. Permite que la luz del amor entre a cada célula, que la respiración se aquiete, y que la pantalla mental nos muestre lo que nos quiera mostrar, solo la observamos y dejamos los pensamientos pasar para retornar al centro corazón. Siente tus latidos, siente tu respiración, siente la respiración de la madre tierra y permite que ambos latidos de sincronicen. Déjate llevar por el amor y por la sabiduría de la madre divina. No estás en peligro, estas bien, todo está bien, todo va a salir bien. Solo observa cuál es tu siguiente paso, no el de mañana, el de hoy. Y si no lo reconoces, tal vez tu próximo paso sea solo respirar en paz. Suelta la falsa ilusión de que tienes el control y confía que el camino te va llevando y mientras tanto no pienses, solo respira. Respira amor, recibe amor, entrega amor y sonrie.
Agradece por lo que hay, por lo que es, por aprender a recuperar tu centro, tu equilibrio y tu verdad.
Ahora repite: “Escucho mi Alma, me dejo llevar y me sostengo en mi centro corazón, en este lugar estoy protegido, soy autentico, soy lo que realmente deseo ser. Soy amor y fluyo en mi verdadera esencia.”
Con toda la energía del amor para ti, María Paula Vélez
www.mariapaulavelez.com
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