Alguna vez nos hemos encontrado entre lágrimas, con un sabor amargo de un amor que ya no está o que esta, pero no está y en el presente nos hace sufrir.
Pero lo que tal vez no hemos visto es que ese amor nunca estuvo, tal vez estuvo por algún tiempo pero ya no está. Un amor doloroso, pasional, escurridizo que tocó el fondo de nuestra alma y más allá. Un Amor que tuvo la capacidad de envolvernos en algo que en su momento llamamos “magia” pero que con esa misma disculpa nos dejamos llevar a un viaje de dolor. “Es que es mágico, es que es diferente, es que es tan especial…”.
Pero la verdad es que en parte fue una trampa de nuestra mente, un aprendizaje pendiente en nuestras vidas, un aprendizaje sobre la paciencia, sobre el respeto hacia mí misma, un aprendizaje sobre aprender a ver más allá. Un aprendizaje sobre el amor, pero sobre todo sobre el Amor hacia mí.
La metáfora, fabula o promesa del “alma gemela”, el “príncipe azul” y el “hasta que la muerte los separe” nos ha hecho tomar malas decisiones en el amor y que aunque finalmente son aprendizajes que harán parte de nuestra gran bolsa llamada SABIDURIA, no significa que sea necesario aprender con dolor.
Es nuestra mente dejándose llevar por esa fantasía de una única alma gemela, la que nos ha llevado a escoger dolor en vez de felicidad y nos ha enseñado el camino del auto engaño, alejándonos de ver la verdad tal y como es en nuestras relaciones.
Esta fantasía nos la han enseñado sagradamente generación tras generación, a través de la religión, de los libros, de la TV, de nuestros padres y de la sociedad en general, hasta que finalmente terminamos creyendo que “en algún lugar del planeta existe un príncipe que vendrá a rescatarme” o que “me siento incompleto hasta que no encuentre a mi alma gemela”, así que por el afán de encontrar a “mi otra mitad”, elegimos mal o nos quedamos mas tiempo del que deberíamos en un lugar donde ya no somos bienvenidos. Y la verdad es que ni necesitamos ser rescatados, ni estamos incompletos.
Nos duele ver la verdad, como seres humanos e invertimos gran cantidad de nuestro tiempo fabricando nuestras propias mentiras, mientras la verdad trata de mostrase ante nosotros, pero nosotros cerramos los ojos, nos tapamos los oídos y nos decimos: “Él si me quiere en el fondo”, “tal vez cambie” “y que tal que sea mi alma gemela y yo lo deje ir”, “no será que yo soy muy complicada” ”Es que yo se que en otra vida estuvimos juntos, como lo voy a dejar ir”. Cuando lo que verdaderamente importa es lo que estamos viviendo en el presente, aquí y ahora.
Para vivir relaciones de pareja verdaderas debemos comenzar por:
- Querer ver la verdad tal y como es, (¿Me quiere o no me quiere? ¿Es la persona para mí o no lo es?)
- luego debemos tener el coraje para saber aceptar esa verdad aunque no nos guste
- y finalmente debemos cultivar y mantener un gran amor hacia nosotros mismos aceptando cuando estamos en el lugar equivocado y sea tiempo de retirarnos, con elegancia, con dignidad y sin tomárnoslo personal, por que cuando tu pareja te dice “No gracias, no estoy interesado” no necesariamente es que haya algo malo en ti (aunque no sobra preguntar si a los ojos de esa persona haya algo que debamos mejorar), también se trata de un tema de sintonía, como las estaciones de radio, simplemente no estamos en la misma frecuencia, esto es a lo que algunas personas le llaman química.
Si estas sufriendo actualmente por amor debes tener en cuenta lo siguiente:
El amor de pareja es un tema de dos y es reciproco. Se da y se recibe, es forma natural y espontáneo sin necesidad de mucho esfuerzo, no es una cacería para lograr atrapar al otro. Se entrega afecto y se recibe de ambas partes, simple!
Pero…
Si te estas esforzando mucho para que te valoren, hasta ponerte de tapete…
Si tienes que convertirte en un malabarista para que te vean, sepan de tu existencia y te tengan como una prioridad…
Si eres tú solamente la de los detalles, las llamadas especiales, los hermosos y románticos mensajes de texto, la de los grandes planes para el fin de semana….
Tal vez estás sola o solo en este juego del amor y esta no sea tu pareja ideal. Aquí la cuestión no es dar y esperar algo a cambio, se trata de que tú también mereces recibir y de que estés recibiendo lo que esperas recibir.
Otro factor clave en una relación de pareja y que con frecuencia nos pone trampas es el tema de las relaciones sexuales. Ten cuidado en confundir, placer con amor. Diluirse en una relación apasionada es muy fácil, perderse en el placer puede ser un gran placer, sin embargo recuerda mantenerte alerta, una o varias noches de pasión no son amor necesariamente, son solo eso pasión y placer.
Cuídate de las fantasías que pronto empiezan a surgir asumiendo que el buen sexo, mejor dicho el excelente sexo, (si, ese, el que nos hacer ver estrellas, cantar, escaparnos del trabajo antes de terminar la jornada laboral, besarnos todo el tiempo en cualquier lugar, saltar al menor roce de su piel, encender el fuego…) es amor ya que, puede no serlo.
No todo el que nos guste, es nuestra pareja ideal. A cada cosa hay que darle su lugar. Una golondrina no hace el verano y un detalle importante y bueno de la relación no necesariamente nos esta diciendo que estamos delante de nuestro verdadero amor y que estamos listas para morir a su lado.
No te dejes confundir por el placer, y tampoco te dejes confundir por otras características especiales que tiene esa persona que te gusta tanto, no te dejes descrestar y no asumas que por que hay algo en él o en ella muy especial, entonces todo lo otro es perfecto y que por lo tanto es tu pareja ideal.
Esa persona puede tener cualidades maravillosas, únicas, exclusivas, nunca antes vistas, cualidades con las que tu siempre habías soñado, incluso cualidades que tu no sabias que existían y sin embargo no ser un verdadero amor para ti.
Así que no asumas, tomate tu tiempo y conoce mas, convive mas, el tiempo es tu aliado, mantente alerta, protégete y ante la menor señal de peligro DETENTE y observa. Los animales frente al peligro huyen, ¿por qué los seres humanos ante el peligro nos decimos “es que yo se que él va a cambiar”?. Tu pareja perfecta es aquella a la que puedes aceptar tal y como es, sin necesidad de que cambie nada.
Desarrolla tu capacidad de ver mas allá, obsérvate y observa la relación, no vivas con los “de prontos” del futuro, trabaja con las cartas que tienes sobre la mesa, en el presente. No hay que pensar mucho, tal vez se trata de no pensar nada, solo sentir, en el silencio, la sabiduría que en tu interior se manifiesta y te dice si realmente hay amor, si estas en esta relación por placer o si estas engañándote con una trampa de tu mente que te dice que hay amor de dos cuando realmente no lo hay.
Una buena manera de sentir como esta tu relación es saber si te estas divirtiendo, si estas creciendo y si hay paz para ti, si ese es el caso seguramente vas por buen camino. Si por el contrario lo que hay es sufrimiento, entonces ya tienes tu respuesta.
Si hay sufrimiento no es tu lugar.
Si no hay reciprocidad no es tu lugar.
Si tienes que rogar para que te amen, no te estas valorando, ni te están valorando.
Si hay que hacer demasiado esfuerzo tal vez no sea tu lugar o no sea el momento.
Si has hablado de cómo te sientes, si has dado oportunidades para que haya un cambio y sin embargo el sufrimiento o el malestar persisten entonces…tal vez sea el momento de retirarte, la vida es demasiado corta para desperdiciarla en sufrimiento.
¿Pero por cuanto tiempo intentarlo? Algunas personas dicen que 20 minutos pasando maluco es demasiado, tal vez tu quieras intentarlo un poco mas. Pero en el fondo de tu corazón, tú sabes cuando estas en el lugar equivocado y el otro simplemente no va a cambiar.
Lo cierto es que no existe una posible pareja perfecta para nosotros, existen muchas opciones, el Universo es abundante en eso también. Vamos a encontrarnos en el camino con muchas de estas posibles parejas, con algunas de ellas podremos vivir un gran amor, con otras nos vamos a encontrar y podrían decir “No Gracias” y con otras podríamos ser nosotros quienes digamos “No gracias”. El caso es que el amor estará ahí siempre para nosotros y las opciones estarán siempre disponibles, siempre y cuando yo estemos abiertos a ellas. Las preguntas que debo hacerme entonces son:
¿Qué es lo que quiero para mí?
¿Cuál es el tipo de amor de pareja que me gustaría vivir?
¿Qué debo trabajar en mí para que llegue a mi un amor de la mas alta vibración?
Busca siempre ver la verdad, se sincera contigo y con el otro, conócete muy bien, trabaja en ti, ve despacio, ámate y valórate y espera recibir solo lo mejor del universo, aunque eso implique rechazar algunas ofertas y estar sola o solo un tiempo.
¿Y como soltar esa relación que sabes que te esta haciendo daño?
Solo hay una manera, tomar la decisión…y trabajar en ti.
Toma la decisión y puedes pedir ayuda al cielo. Habla con tu Ser Superior, con tu Ser Interior y dile que aprendiste la lección, que de ahora en adelante solo harás parte de relaciones que te ayuden a crecer, a ser mejor y a vivir en el amor por ti misma.
Háblales a tus Ángeles y pídeles asistencia para que te ayuden a no salirte del camino, de la decisión que has tomado y no caigas nuevamente en las trampas de tu mente o en los juegos del otro (“me vas a dejar? Y yo que ya estaba a punto de decidirme”).
Pídele a los Ángeles del ser al que deseas dejar ir, que te ayuden a sanar la relación y a que cada uno siga su camino en paz.
Y finalmente pídele a Dios padre-madre que te enseñe a ver mas allá, a estar despierto, a conocerte y a vivir solo en el Amor y en la verdad.
Recuerda, el amor es sincero, es público (no se tiene que esconder), es crecimiento, es felicidad, es gozo, es simple, es paz y el amor primero es hacia ti.
María Paula Vélez©
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